Dise&ntilde;adora textil y artista visual, Rosa Skific transita con pasi&oacute;n aulas, desfiles, librer&iacute;as y museos. Su pr&oacute;xima obra: un homenaje a las mujeres que cos&iacute;an de noche.

Estudi&oacute; filosof&iacute;a un tiempo hasta que decidi&oacute; que lo suyo era pintar las ideas. Entonces empez&oacute; a formarse como artista pl&aacute;stica en los talleres de Jos&eacute; Manuel Mora&ntilde;a. Rosa Skific es una mujer curiosa y autodidacta. &ldquo;Soy una persona orbital&rdquo;, dice para explicarse. Le interesan muchas cosas pero no de manera dispersa sino siempre con el mismo norte: las telas y su materialidad sensible.&nbsp;
En 1989 cre&oacute; la primera C&aacute;tedra de Dise&ntilde;o Textil de la UBA. La docencia le apasiona m&aacute;s all&aacute; del aula, por eso a lo largo de su carrera impuls&oacute; proyectos que la llevaron desde la industria de la moda a los museos y galer&iacute;as, pasando por la ilustraci&oacute;n y la poes&iacute;a. Al frente de emprendimientos como Karas o Imagen por metro (desarrollado junto con Constanza Mart&iacute;nez), vendi&oacute; sus dise&ntilde;os en Argentina, Brasil y Dinamarca. Estas semanas la encuentran sumergida en la escritura, volcando sus b&uacute;squedas y experiencias en el libro Formas de dise&ntilde;ar lo dise&ntilde;ado, que est&aacute; a punto de finalizar.&nbsp;
Rosa Skific conversa sobre los modos en que entiende su pr&aacute;ctica, las labores nocturnas de aguja y la cultura del proyecto textil.&nbsp;
L&acute;OFFICIEL: &iquest;Artista o dise&ntilde;adora? &iquest;C&oacute;mo te llev&aacute;s con las definiciones?
ROSA SKIFIC: Me llevo muy bien con las dos, no separo entre arte y dise&ntilde;o. Creo que hay puentes entre uno y otro. Me defino como dise&ntilde;adora textil y artista visual. Por supuesto que son distintas disciplinas, pero en un buen dise&ntilde;o hay mucho de arte y en una obra de arte hay mucho de dise&ntilde;o. Hay un romance ah&iacute; que comienza en la modernidad con el movimiento Arts and Crafts, cuando se unifican las artes, los oficios y la vida.&nbsp;
L&acute;O: &iquest;Sent&iacute;s que los textiles y el dise&ntilde;o llegan cada vez m&aacute;s a los museos?&nbsp;
RS: S&iacute;, eso tiene que ver con lo que hicieron las feministas de los a&ntilde;os 60 y 70. Ellas rescataron del silencio y del cono de sombra las labores de las mujeres. Empezaron a buscar espacios y a visibilizar ese mundo de las &ldquo;labores nocturnas&rdquo;, como yo las llamo. Es uno de los temas de mi pr&oacute;xima muestra: un mundo muy guardado, en un sentido simb&oacute;lico y tambi&eacute;n concreto. Un espacio a la noche, un tiempo propio de intimidad, de fantas&iacute;a, de pensar en silencio. Como en toda belleza, hay sensualidad y erotismo en esas labores de aguja.

&ldquo;En los 60 y 70, las feministas rescataron del silencio las labores de las mujeres, un tiempo propio de intimidad y fantas&iacute;a&rdquo;

L&acute;O: Armar la materia troncal de la primera carrera de Dise&ntilde;o de Indumentaria y Textil de la FADU-UBA, en 1989, debe haber sido todo un desaf&iacute;o&hellip;
RS: Recuerdo que cuando me puse a armar el programa quise hacer algo potente, que apasionara a los estudiantes para que no sintieran que hab&iacute;an elegido una carrera en vano. Tuve una iluminaci&oacute;n: pens&eacute; en el tatuaje. Pero no en el tatuaje urbano sino en el tatuaje antropol&oacute;gico. El primer espacio de la escritura es el cuerpo. Del cuerpo a la tela, como veh&iacute;culo de comunicaci&oacute;n. Hay culturas que se reconocen precisamente por la escritura de la indumentaria. Los telares funcionaron como las primeras imprentas, como espacios de difusi&oacute;n de la cruz, de un signo, de un s&iacute;mbolo, de una etnia. Por eso, textil y texto tienen un origen com&uacute;n.
L&acute;O: Este es un tema presente en tu pr&oacute;ximo libro&hellip;&nbsp;&nbsp;
RS: S&iacute;. Trata sobre la imagen. Sobre el cuerpo como lugar de esas im&aacute;genes y escrituras. Lo desarrollo con un lenguaje peregrino, digamos, porque no me interesa hacer una investigaci&oacute;n te&oacute;rica profunda sino trabajar desde la mirada sensible.&nbsp;
L&acute;O: &iquest;Tambi&eacute;n te refer&iacute;s a la cultura del proyecto?
RS: S&iacute;, me refiero a la cultura del proyecto textil, que no existe y pienso que deber&iacute;a existir. Es lo que hacen, por ejemplo, los Timorous Beasties, dos dise&ntilde;adores de Glasgow que encontraron el punto perfecto porque son agresivos, iconoclastas y respetuosos a la vez. Hacen una memoria descriptiva de cada dise&ntilde;o, unidades donde dicen con qu&eacute; trabajaron, qui&eacute;nes intervinieron, qu&eacute; materiales se usaron. Esto permite valorizar el dise&ntilde;o porque sab&eacute;s que hay una tela que viene del Renacimiento pero a su vez viene de Oriente, la trajo Marco Polo&hellip; &iexcl;hay una eternidad en esa imagen! Da carnadura, empez&aacute;s a entender otras cosas, no solo si es lindo el dibujo.&nbsp;
L&acute;O: Esto se vincula con la transmisi&oacute;n de saberes, algo que siempre hiciste.
RS: Claro, porque te das cuenta de que ese dise&ntilde;o no es as&iacute; porque s&iacute;. Pas&oacute; mucha vida por ah&iacute;, entonces lo mir&aacute;s de otra manera. Para m&iacute; educar es eso: transmitir la capacidad de valorar. Y te aseguro que esas conexiones sensibles siempre se propagan.&nbsp;

Persona orbital

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