Es tercera generaci&oacute;n de actores y le hace honor a su linaje. El arte en tiempos de influencers y globalizaci&oacute;n le trajo proyectos impensados, como hacer compa&ntilde;as de moda y actuar hablando tailand&eacute;s.&nbsp;

En la bio de su cuenta oficial de Instagram, consigna apenas &ldquo;Terr&aelig;sferista&rdquo; (sic). Ricardo Mario (lleva los nombres de sus dos abuelos) es &ldquo;Chino&rdquo; Dar&iacute;n, tanto en la vida personal como en los cr&eacute;ditos televisivos y cinematogr&aacute;ficos. Lo sabemos: es actor, productor, ambientalista, conductor. Entre Argentina y Espa&ntilde;a &ndash;donde conoci&oacute; a su pareja, la actriz Ursula Corber&oacute;&ndash;, de los dos lados de la ficci&oacute;n &ndash;set y escritorio&ndash; pero tambi&eacute;n en el documental, y tangencialmente en el foco de fot&oacute;grafos de moda, Chino recorri&oacute; en la &uacute;ltima d&eacute;cada un camino que lo llev&oacute;, desde la tira Farsantes hasta el escenario de San Sebasti&aacute;n y al Top 10 de Netflix, entre otras escalas notorias. &ldquo;Ya nunca s&eacute; muy bien cu&aacute;ndo me estoy yendo y cu&aacute;ndo estoy volviendo&rdquo;, public&oacute; hace unas doscientas cuatro semanas en su feed, junto a una toma a&eacute;rea, para ilustrar la frecuencia de sus viajes y el doble arraigo.
En el momento de esta entrevista est&aacute; en Madrid, alternando trabajo y ocio porque &ldquo;un proyecto inminente que iba a arrancar a rodar como actor se pospuso, no s&eacute; bien por qu&eacute;, as&iacute; que estoy en standby y creo que voy a aprovechar para hacer una escapadita vacacional&rdquo;. El proyecto (&ldquo;una pel&iacute;cula de g&eacute;nero, algo muy distinto de todo lo que hab&iacute;a hecho hasta ac&aacute;&rdquo;) es el pr&oacute;ximo paso de una trayectoria que en Espa&ntilde;a se inici&oacute; en 2016, de modo casi simult&aacute;neo en televisi&oacute;n y cine: con la serie La embajada y la irrupci&oacute;n en el cast de La reina de Espa&ntilde;a, secuela de La ni&ntilde;a de tus ojos del t&aacute;ndem Fernando Trueba-Pen&eacute;lope Cruz.&nbsp;
En contadas ocasiones le toc&oacute; adoptar un acento espa&ntilde;ol por las caracter&iacute;sticas de sus personajes. La m&aacute;s reciente fue como protagonista de la serie de Netflix Mano de hierro, un thriller ambientado en el submundo del puerto de Barcelona, en el que Chino encarna al justiciero V&iacute;ctor Julve: &ldquo;El acento es un rasgo ajeno m&aacute;s, igual que otros rasgos del personaje. Intento encontrar mi mayor capacidad expresiva con las herramientas que tengo a disposici&oacute;n. Me ha tocado cambiar el acento en tres proyectos muy distintos, y el m&aacute;s dif&iacute;cil fue Mano de Hierro, en parte por la t&oacute;nica del gui&oacute;n y en parte porque, al tratarse de una serie, uno dispone de menos tiempo para hacer cada escena&hellip; Pero me han tocado tambi&eacute;n cosas m&aacute;s estrafalarias: en una serie tuve que hablar en tailand&eacute;s. Aquella vez, quienes pod&iacute;an juzgarme estaban bastante lejos&hellip; pero el acento espa&ntilde;ol es un poco m&aacute;s comprometido&rdquo;. En todo caso, Mano de hierro implic&oacute; tambi&eacute;n otros desaf&iacute;os: &ldquo;El rodaje era bastante heavy, exigente por todos lados para m&iacute;: por el acento, por el clima de Barcelona en pleno invierno &ndash;grabando en exteriores la noche entera&ndash; y por el despliegue f&iacute;sico. &iquest;El resultado? Estoy bastante orgulloso, sobre todo, de las escenas de acci&oacute;n. Hay violencia muy visceral, peleas muy realistas, sucias, poco marciales. Me pareci&oacute; divertido&hellip; hasta que me toc&oacute; hacerlo&rdquo;.
Sus recuerdos m&aacute;s lejanos de Espa&ntilde;a son en familia, acompa&ntilde;ando giras teatrales de la obra ART. &ldquo;Con la excusa de que mi viejo hac&iacute;a gira por Madrid, Barcelona, Valencia, &iacute;bamos todos. En esta cosa medio circense que tiene el teatro en gira, conviv&iacute;amos con los compa&ntilde;eros, que eran Oscar Mart&iacute;nez y Germ&aacute;n Palacios, y con sus familias: &iacute;bamos juntos al zool&oacute;gico, al parque de diversiones, al Museo del Prado, al Reina Sof&iacute;a. Verlos a ellos tres sobre el escenario, pero tambi&eacute;n verlos trabajar en el armado de la obra o retomarla despu&eacute;s de unos meses de descanso, para una nueva temporada: todo eso fue muy nutritivo para m&iacute;&rdquo;. Actor de tercera generaci&oacute;n (sus abuelos fueron artistas de la era del radioteatro), tuvo una formaci&oacute;n profesional heterodoxa. &ldquo;Aprend&iacute; un mont&oacute;n de cosas en distintos lugares, con Alezzo, con Serrano, con Nora Moseinco, conoc&iacute; diferentes teor&iacute;as y diferentes formas de llevar la teor&iacute;a a la pr&aacute;ctica. Pero nunca hice un proceso completo con una &uacute;nica metodolog&iacute;a. Piqu&eacute; aqu&iacute; y all&aacute;, en paralelo comenc&eacute; a trabajar y creo que el trabajo termin&oacute; siendo m&aacute;s relevante en mi formaci&oacute;n art&iacute;stica que las escuelas&rdquo;.
&ldquo;Llevar al espectador de viaje por un rato, con la esperanza de devolverlo transformado&rdquo; es el lema de Kenya Films, la productora que fund&oacute; en 2016 con Ricardo&nbsp;&ndash;su padre&ndash; y Federico Posternak, bautizada Kenya igual que la bulldog franc&eacute;s de la familia, &ldquo;socia&rdquo; honor&iacute;fica infaltable en las reuniones fundacionales. El amor menos pensado, La odisea de los giles, Argentina, 1985 y la reciente Descansar en paz son algunos de los proyectos que llevan firma de Kenya. La b&uacute;squeda incesante es parte de su rol de productor. &ldquo;En buena medida mis lecturas son laborales: guiones que me llegan, pero tambi&eacute;n literatura. Hay cosas que no fueron pensadas para ir a la pantalla, como las novelas de Sacheri y Baintrub, y terminaron nutriendo nuestras producciones. Las lecturas laborales comprenden un porcentaje alto de material que se termina descartando, por el motivo que sea. Hay que tener una alta tolerancia a la frustraci&oacute;n, porque incluso los proyectos que se concretan pasan primero por muchas etapas de reconstrucci&oacute;n de elementos que no terminan de encontrar sentido. A la vez, es un trabajo incre&iacute;blemente creativo de b&uacute;squeda y discusi&oacute;n. El material se pone a prueba en distintos frentes, va y viene muchas veces&rdquo;.
Como productor, brind&oacute; un aplaudido discurso sobre el escenario al recibir el Premio del P&uacute;blico del Festival de San Sebasti&aacute;n por Argentina, 1985 (que luego llegar&iacute;a a la 95&ordf; edici&oacute;n de los premios Oscar nominada como mejor pel&iacute;cula extranjera). Pero su declaraci&oacute;n m&aacute;s celebrada, replicada, encantadora y viral fue registrada por las c&aacute;maras en la alfombra roja de los Premios Platino 2022, a los que asisti&oacute; por la exitosa miniserie El Reino &ndash;en la que interpretaba al abogado Julio Clamens&ndash;. Desde la nube de micr&oacute;fonos que lo rodeaba, un movilero le pregunt&oacute; c&oacute;mo definir&iacute;a a Ursula Corber&oacute;, su pareja: &ldquo;Si la defino, la limito&rdquo;, respondi&oacute; el Chino Dar&iacute;n, sin guion.

Chino Dar&iacute;n en Sastrer&iacute;a Gonz&aacute;lez. Fotograf&iacute;as: Mart&iacute;n Traynor.

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