Un recorrido por la segunda muestra retrospectiva que celebra a la modista italiana en el Mus&eacute;e des Arts D&eacute;coratifs.

M&aacute;s de 500 obras, 200 siluetas y 300 objetos buscan revisar su legado a partir de una obra que enriqueci&oacute; el lenguaje de la vestimenta femenina y es considerada arte. Una primera pasada ubica a Elsa Schiaparelli con el rosa Shocking! noci&oacute;n que responde a su color preferido, a su perfume emblem&aacute;tico y al t&iacute;tulo de su autobiograf&iacute;a. Tambi&eacute;n su nombre se completa con las alianzas que traz&oacute; con Salvador Dal&iacute;, Jean Cocteau, Man Ray y las vanguardias hist&oacute;ricas.
Una mirada revisionista sobre sus colecciones la posiciona como la primera dise&ntilde;adora en abrir una tienda de pr&ecirc;t-&agrave;-porter, llamada Pour le sport, cuando tom&oacute; el H&ocirc;tel de Fontpertuis con sus 98 habitaciones en el 21 place Vend&ocirc;me, en 1935, con una boutique de Alta Costura en la planta baja y los talleres en el mismo edificio. En el per&iacute;odo de entreguerras, sus innovaciones fueron consideradas revolucionarias, pues us&oacute; cierres de pl&aacute;stico y los dej&oacute; a la vista. Se distingui&oacute; con sus dise&ntilde;os tricots, ideados como trompe-l'&oelig;il. Lanz&oacute; los wrap dress en 1939 y ese mismo a&ntilde;o comercializ&oacute; las piezas separadas combinables en trajes y ofreci&oacute; un repertorio que inclu&iacute;a los impermeables transparentes, ropa deportiva, gafas plegables, monos y la inclusi&oacute;n de los pantalones a partir de mediados de los a&ntilde;os 30. Utiliz&oacute; materiales sint&eacute;ticos como celof&aacute;n transparente, l&aacute;tex, ray&oacute;n, hule, hilo de poli&eacute;ster y pieles. Esta fue su forma de desobedecer las convenciones y redefinir la belleza. Otro modo de cuestionar la tradici&oacute;n fue la colecci&oacute;n &ldquo;Cash and Carry", presentada durante la Segunda Guerra Mundial. All&iacute; ofreci&oacute; enteritos con grandes&nbsp; bolsillos que estaban pensados como bolso de mano. En esa misma l&iacute;nea introduce el camuflaje como estampado, que era visto por primera vez en piezas de Alta Costura.&nbsp;
"No quer&iacute;a agradar, quer&iacute;a dominar", dijo su admirador Yves Saint Laurent, quien en su propia colecci&oacute;n de 1978 incluy&oacute; un traje inspirado en las l&iacute;neas rectas de Shiaparelli.
Antes de sentar las bases en Francia, <a href="https://www.schiaparelli.com/en">Schiaparelli</a> se uni&oacute; a Dad&aacute;, un grupo de artistas n&oacute;mades reunidos en New York, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, con Man Ray, Marcel Duchamp y Picabia, estos dos &uacute;ltimos llegaron a Manhattan evitando el combate. Dad&aacute; New York despleg&oacute; su car&aacute;cter absurdo y de absoluta novedad. Como toda vanguardia, se trata de una cr&iacute;tica a la est&eacute;tica tradicional, as&iacute; encaj&oacute; Elsa con el grupo. En 1923, Schiaparelli se instal&oacute; en Par&iacute;s y naturalmente se insert&oacute; en el surrealismo, la &uacute;ltima de las vanguardias, cuando en 1924 los dada&iacute;stas dieron lugar a la fundaci&oacute;n del movimiento fundado por Andr&eacute; Breton. El surrealismo abordaba la imaginaci&oacute;n como un canal para llegar a ver no lo que algo es, sino lo que puede ser. Parte de esta noci&oacute;n es posible percibir en los trabajos que la dise&ntilde;adora hizo junto a Salvador Dal&iacute;, con quien ide&oacute; los famosos sombreros, el vestido de la langosta (1937), la polvera con forma de tel&eacute;fono (1935) y Jean Cocteau, que le ofreci&oacute; los dibujos que luego Schiaparelli convirti&oacute; en bordados.&nbsp;
La artista italiana visti&oacute; al star system de Hollywood. Marlene Dietrich, Greta Garbo y Katherine Hepburn eran sus clientas. Joan Crawford us&oacute; las grandes hombreras de Schiaparelli, que luego Adrian, el dise&ntilde;ador de la Metro-Goldwyn-Mayer, sell&oacute; como marca de identidad de la diva.
El 3 febrero de 1954, Schiaparelli present&oacute; su &uacute;ltima colecci&oacute;n. Dos d&iacute;as m&aacute;s tarde, Coco Chanel marc&oacute; su regreso a la moda, luego de su retiro en 1939, con un gran desfile en la Rue Cambon. Lanz&oacute; el traje de tweed con ribete, los zapatos de sal&oacute;n bitonos y el bolso 2 55. Elsa no tuvo la misma suerte, las consumidoras ya no compart&iacute;an sus ideas provocativas tras la Segunda Guerra Mundial. Se declar&oacute; en bancarrota y cerr&oacute;. En 1969 hizo una donaci&oacute;n al Museo de Arte de Filadelfia y en 1973 a L&rsquo; Union fran&ccedil;aise des arts du costume, quiz&aacute;s consciente del valor art&iacute;stico de su obra. &nbsp;Muri&oacute; en Par&iacute;s en 1973.&nbsp;
"Shocking! Los mundos surrealistas de Elsa Schiaparelli&rdquo; estar&aacute; abierta en el Museo de Artes Decorativas de Par&iacute;s hasta el 23 de enero de 2023. La exhibici&oacute;n contar&aacute; tambi&eacute;n con piezas ideadas por otros dise&ntilde;adores que interpretaron en sus propias colecciones el arte de la modista y artista italiana, como Yves Saint Laurent, Azzedine Ala&iuml;a, John Galliano y Christian Lacroix, &eacute;ste &uacute;ltimo modisto estuvo a cargo de relanzar la marca en 2013 a partir de una colecci&oacute;n de Alta Costura.&nbsp;
Fotograf&iacute;as: Gentileza Mus&eacute;e des Arts d&eacute;coratif por Val&eacute;rie Belin

Shocking! Los mundos surrealistas de Elsa Schiaparelli

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