F&oacute;rmula Piet: dise&ntilde;ar con el l&aacute;piz puesto en las sugerencias de los clientes y combinar la tendencia con lo imperecedero, la sofisticaci&oacute;n con la sencillez.

Cuando Ian Van Lierde y Bernardo Wisky decidieron montar el estudio de Piet, la firma de accesorios masculinos que llevan adelante desde hace casi una d&eacute;cada, eligieron un PH ubicado en Nu&ntilde;ez, CABA, construido en los 70. Su fachada a&uacute;n mantiene detalles art nouveau y art dec&oacute;. El interior, en cambio, es ahora un espacio moderno y minimalista con un fuerte contraste del blanco y el negro. Hay grandes espejos y estanter&iacute;as met&aacute;licas en las que se exhiben una multiplicidad de art&iacute;culos, todos en color negro. Remeras y chaquetas, colgadas en percheros a una distancia que parece calculada. Sus clientes m&aacute;s fieles los visitan semana por medio. Saben que encontrar&aacute;n novedades y, al mismo tiempo, &ldquo;un producto bien hecho que les dure&rdquo;.&nbsp;
La etiqueta fue creada por Ian en 2015. Despu&eacute;s de graduarse en administraci&oacute;n de empresas trabaj&oacute; para Etiqueta Negra y Gola. Hasta que decidi&oacute; que lo suyo era emprender. &ldquo;Se me ocurri&oacute; hacer accesorios para hombre. Eleg&iacute; ese nombre porque tengo or&iacute;genes belgas, y Piet es el cortito de Pieter; me gustaba porque es memorizable. Decid&iacute; que el dise&ntilde;o de los productos ser&iacute;a minimalista y atemporal, los pilares que se mantienen al d&iacute;a de hoy&rdquo;. Comenz&oacute; vendiendo online, pero el crecimiento era muy lento. En 2018, cuando pensaba abandonar el proyecto, se sum&oacute; Bernardo -su pareja en ese momento-. Bernardo es publicista y quer&iacute;a dejar de trabajar en agencias, tambi&eacute;n quer&iacute;a animarse a emprender. &ldquo;Sent&iacute;a que era una propuesta disruptiva. Me met&iacute; a armar una estrategia de comunicaci&oacute;n&rdquo;, cuenta. Al poco tiempo las ventas comenzaron a crecer. Todo pas&oacute; muy r&aacute;pido. Como los clientes ped&iacute;an &ldquo;tocar&rdquo; sus productos, decidieron abrir la casa que compart&iacute;an como showroom. En 2021 estrenaron su espacio en Nu&ntilde;ez, donde hoy tienen la tienda y las oficinas.

&ldquo;Son productos simples, b&aacute;sicos y sofisticados&rdquo;

Lanzaron una primera colecci&oacute;n de ocho art&iacute;culos, y con el tiempo fueron sumando nuevas categor&iacute;as. &ldquo;Nuestra comunidad de clientes nos tiraba muchas propuestas. Entonces nos enfocamos en entender qu&eacute; necesitaban. Arrancamos con una billetera y decidimos ampliar la l&iacute;nea porque hab&iacute;a quienes quer&iacute;an algo m&aacute;s chiquito, mediano, grande&rdquo;, dice Bernardo. Hoy tienen veinte modelos distintos y cuentan con tecnolog&iacute;a de bloqueo RFID que impide el escaneo de las tarjetas de cr&eacute;dito. Adem&aacute;s, ofrecen gorras, ri&ntilde;oneras, mochilas, neceseres, bolsos, pulseras, collares, cuadernos, lapiceras, llaveros; y una peque&ntilde;a l&iacute;nea de indumentaria que incluye remeras, camperas, ropa interior, sandalias y cinturones. &ldquo;Son productos simples, b&aacute;sicos y sofisticados&rdquo;, sostiene. Utilizan cuero, pima y nylon. Los dise&ntilde;os son de l&iacute;neas minimalistas y la mayor&iacute;a, en negro: es el color m&aacute;s requerido por sus clientes. No trabajan con colecciones temporales; van haciendo lanzamientos. &ldquo;Buscamos sorprender. Cada dos semanas ofrecemos algo nuevo&rdquo;, explica Ian.&nbsp;
La regaler&iacute;a es uno de sus fuertes. &ldquo;Por eso nos enfocamos mucho en la presentaci&oacute;n: hacemos postales, y los productos vienen con papel seda, bolsa de tela y perfume&rdquo;, detalla Bernardo. Como un mimo extra, la opci&oacute;n de grabar las iniciales en algunos art&iacute;culos en el momento. Tambi&eacute;n disponen de un servicio corporativo. &ldquo;Desarrollamos una unidad de negocio para atender a estos clientes que nos hacen pedidos grandes. Tenemos un cat&aacute;logo de quince productos cl&aacute;sicos superregalables&rdquo;, cuenta Ian. Venden a trav&eacute;s de su canal online a todo el mundo y en la tienda f&iacute;sica. Las redes sociales son un puente esencial con su comunidad. Bernardo explica: &ldquo;Tratamos de ser una marca honesta con lo que somos, hacemos, decimos y pensamos&rdquo;.&nbsp;

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