M&aacute;s all&aacute; de su reputaci&oacute;n como una incubadora de talento vanguardista, la MBFWMadrid se abre espacio como una importante fuerza en la escena internacional de la moda

A la Semana de la Moda de Madrid hay que ponerle el ojo atentamente. Su capacidad para fusionar la rica herencia cultural espa&ntilde;ola con la innovaci&oacute;n contempor&aacute;nea crea una sinergia &uacute;nica que cautiva, y en conjunto con las creaciones audaces de los dise&ntilde;adores participantes est&aacute;n haciendo de este encuentro una fuerza emergente en la escena internacional de la moda, acerc&aacute;ndose m&aacute;s al nivel de algunos de sus pares en ciudades como Copenhague, Shangh&aacute;i o S&iacute;dney.
Durante esta &uacute;ltima edici&oacute;n de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que se celebr&oacute; del 12 al 17 de septiembre, 41 dise&ntilde;adores mostraron sus colecciones para la temporada de Primavera/Verano 2024 en donde prim&oacute; la diversidad de discursos, las diferentes maneras de abordar las t&eacute;cnicas y la capacidad de crear prendas para escenarios tanto imaginarios como venideros.
Jorge V&aacute;zquez, por ejemplo, ya tiene la mente puesta en las pr&oacute;ximas vacaciones de verano (del hemisferio norte, por supuesto) con una colecci&oacute;n que, aunque de tintes sesenteros, se presenta de una manera no tan literal y expl&iacute;cita, sino m&aacute;s bien consensuada entre las t&eacute;cnicas y las siluetas. Kaftanes, t&uacute;nicas, vestidos de corte midi, sombreros de ala ancha, muchas lentejuelas y estampados gr&aacute;ficos desfilaron en un escenario adornado con flores y al son de una orquesta en vivo.

Jorge Vázquez

Siguiendo el mismo patr&oacute;n de las formas que rememoran a las de anta&ntilde;o, la de la barcelonesa Teresa Helbig fue una propuesta que naci&oacute; de un viaje imaginario entre Par&iacute;s y Texas, un recorrido que fue contado a trav&eacute;s de una historia crom&aacute;tica, cuyo comienzo mostraba tonos m&aacute;s fieles a los de la capital francesa, como el blanco y el rosa pastel en tules y gasas, mientras que otros m&aacute;s tierra como el caf&eacute; y el beige en materiales como el cuero, anunciaban la llegada a los desiertos del sur estadounidense.&nbsp;

Otra que se subi&oacute; al bus de la nostalgia sesentera fue Mans, con la que, podr&iacute;amos asegurar, fue la muestra m&aacute;s destacada de la jornada, una que hasta le hizo merecedora del premio L&rsquo;Or&eacute;al Par&iacute;s a la Mejor Colecci&oacute;n.
La firma, timoneada por Jaime &Aacute;lvarez, su creador y director creativo, ya lleva un tiempo en la boca, mente y cuerpo de todos, sin embargo, esta fue la primera vez que present&oacute; una colecci&oacute;n femenina, por supuesto, sin abandonar la silueta masculina que le ha hecho un hueco en la industria.
Con las palpitantes melod&iacute;as de la Sinfon&iacute;a Dante de fondo iban saliendo una a una piezas sartoriales, atemporales y singulares que desdibujaron los l&iacute;mites entre g&eacute;neros con una paleta crom&aacute;tica que evoluciona desde colores neutros y oscuros como el gris, el negro, el marr&oacute;n y el azul marino hasta algunos m&aacute;s explosivos como el verde fl&uacute;or, el naranja y el rosa, que se conjugan con detalles de encajes y tules en prendas voluminosas y en otras m&aacute;s fluidas elaboradas en tejidos como la seda y la gasa.
Calculado por el equipo o no, esta colecci&oacute;n es como la Sinfon&iacute;a Dante, cuya pieza consta de dos movimientos: Inferno y Purgatorio &ndash; Magnificat, que representar&iacute;an el cambio de la paleta de lo oscuro a lo en&eacute;rgico, pero Liszt, quien la compuso, desisti&oacute; de un tercer movimiento llamado &ldquo;Para&iacute;so&rdquo; porque fue convencido de que tan celestial escenario se hallaba imposible a las capacidades creativas de cualquier m&uacute;sico humano. Dir&iacute;a que la &uacute;ltima salida del desfile, un vestido de novia de un blanco impoluto adornado con perlas y un velo en metros de tul que flotaba por la pasarela simbolizar&iacute;a ese &ldquo;Para&iacute;so&rdquo; ausente.
No es de extra&ntilde;ar que a Mans pronto se le vea presentando sus colecciones en una de &ldquo;las cuatro grandes&rdquo;, su combinaci&oacute;n de creatividad y la exquisitez en la confecci&oacute;n le auguran a la firma un excelente panorama por venir.

Mans

Cambiando a un ambiente m&aacute;s festivo, la presentaci&oacute;n de Lola Casademunt by Maite fue una que rememora los desfiles de comienzos de este siglo y finales del pasado, no por las siluetas en s&iacute;, sino por todo el entorno que las rodea: una primera fila atestada de celebridades, flashes de c&aacute;maras que rebotan por todos lados, aplausos por cada salida que fuera considerada destacada por el p&uacute;blico, una cara famosa como la de Nieves &Aacute;lvarez abriendo y cerrando el desfile, el contoneo de las modelos, una cantante en el escenario y para el cierre una verdadera fiesta sobre la pasarela.
En cuanto a las prendas, en esta oportunidad la firma catalana tom&oacute; el Antiguo Egipto como su principal fuente inspiraci&oacute;n para una colecci&oacute;n que bautiz&oacute; &ldquo;Iconic Luxor&rdquo;. Dos columnas que asemejaban las de aquella civilizaci&oacute;n fueron la puerta de salida de piezas con estampados de animal y otros m&aacute;s psicod&eacute;licos que se mezclaban entre s&iacute;, vestidos de tonalidades fl&uacute;or y mucho brillo que se complementaban con accesorios maximalistas.

Otra de las propuestas destacadas fue la de SIMORRA, que desfil&oacute; por primera vez en Madrid. Su colecci&oacute;n nace del deseo de entrelazar una sociedad cada vez m&aacute;s individualizada y en la cual se rinde homenaje a la sabidur&iacute;a colectiva, expresada a trav&eacute;s de las diferentes formas de trenzar el hilo.
Tiras de shantung trabajadas de forma manual con diferentes t&eacute;cnicas de entrelazado que imitan el de la silla Cesca del arquitecto y dise&ntilde;ador Marcel Breuer; prendas con detalles de cuentas de madera y organzas bordadas que dan lugar a un juego de transparencias muy sutil de blanco sobre blanco hicieron parte de la presentaci&oacute;n.

SIMORRA

De igual manera, JCPAJARES, como ya lo viene haciendo desde hace alg&uacute;n tiempo, tambi&eacute;n decidi&oacute; poner el foco no solo en traducir a su modo las t&eacute;cnicas artesanales sino llenarlas de valor y ponerlas en primer plano.&nbsp;&nbsp;
En esta ocasi&oacute;n, Juan Carlos Pajares, su director creativo, present&oacute; su cuarta colecci&oacute;n anual en donde prendas de verano, invierno y &ldquo;timeless&rdquo; contin&uacute;an la estela de las &uacute;ltimas propuestas de la marca con el nuevo lujo artesano y se culmina como una de las m&aacute;s especiales de la jornada de desfiles gracias a una nueva colaboraci&oacute;n con artesanos y maestros de la regi&oacute;n espa&ntilde;ola Castilla &ndash; La Mancha.&nbsp;
Encaje de bolillos, cer&aacute;mica, vidrio soplado, bordados manuales, piel, croch&eacute;, estampados pintados a mano y tejidos realizados en telares centenarios se traducen en patrones innovadores, sofisticados y sensuales perfectos, tanto para el d&iacute;a como para la noche, gracias a los pa&ntilde;os de lana, puntos de seda, crepes de seda, algodones, tafetanes, denim, tules, tejidos t&eacute;cnicos y neoprenos, entre otros.
Mantener un ojo en Madrid es, sin duda, una apuesta segura para presenciar el pr&oacute;ximo gran salto en la moda internacional.

Con la mirada puesta en Madrid

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