El desarrollo sostenible a trav&eacute;s de la mirada de tres artistas. Los materiales que emplean, el impacto de sus obras.

&ldquo;Somos la especie en peligro de extinguirlo todo&rdquo;, la pintada callejera a modo de advertencia en distintos muros de la ciudad da cuenta de una problem&aacute;tica urgente. El juego de palabras alude al cambio clim&aacute;tico y sus consecuencias. Son numerosos los artistas que, ya sea para pensar utop&iacute;as o distop&iacute;as en relaci&oacute;n con esta tem&aacute;tica, reflexionan en sus obras acerca del impacto de nuestras acciones sobre el planeta Tierra, el consumo desmedido y los desechos que generamos, la contaminaci&oacute;n del aire y de los r&iacute;os, el reciclaje como forma de dar nueva vida a materiales descartados o, incluso, acerca de posibles futuros donde habite la humanidad. La cr&iacute;tica y ensayista argentina Graciela Speranza dice en su &uacute;ltimo libro, Lo que no vemos, lo que el arte ve, que &ldquo;el arte no puede cambiar el mundo pero puede dar entidad material a las met&aacute;foras, a la reconstrucci&oacute;n del pasado y a la imaginaci&oacute;n de un futuro&rdquo;.
Es innegable el potencial de la pr&aacute;ctica art&iacute;stica para plantearse y replantearse el mundo en el que vivimos, pero tambi&eacute;n aquel en el que deseamos vivir. El arte permite desplegar imaginer&iacute;as y reflexi&oacute;n, as&iacute; como interrogantes y urgencias que funcionen como br&uacute;jula para orientarse y atravesar, o vislumbrar, los posibles cambios de la sociedad. En ese sentido, la artista argentina Elisa Insua dialoga de forma directa con el concepto de sostenibilidad al realizar obras de arte enteramente con desechos, provocando im&aacute;genes de gran magnetismo visual. Con estilo barroco, realiza pinturas, instalaciones, ensamblajes y esculturas que aluden al consumo excesivo.&nbsp;Sus obras invitan a acercarse y apreciar en detalle decenas de desechos, como envases de shampoo, botellas de lavandina, juguetes, cajas de caramelos, marcadores, encendedores, calculadoras estropeadas, broches de ropa y toda clase de elementos que clasificamos como basura cuando ya no tienen utilidad. La artista es licenciada en Econom&iacute;a pero nunca ejerci&oacute; la profesi&oacute;n. Sin embargo, muchos de los conceptos aprendidos en esa carrera est&aacute;n presentes en sus creaciones.
&ldquo;Uno de los principios de las ciencias econ&oacute;micas establece que cuanto m&aacute;s tengamos, mejor. Mi obra intenta llevar este axioma al l&iacute;mite del exceso y la abundancia con el objetivo de tensarlo, cuestionarlo e incluso desafiarlo&rdquo;, dice Insua que fusiona en su pr&aacute;ctica art&iacute;stica conceptos relacionados con la econom&iacute;a, el consumo excesivo y la insaciabilidad humana.&nbsp;El 10 de agosto inaugura una exposici&oacute;n individual en la galer&iacute;a Ac&eacute;fala. All&iacute; reunir&aacute; una serie de obras que abordan temas relacionados a la miner&iacute;a, el petr&oacute;leo, el extractivismo y el uso de las llamadas "tierras raras" para la producci&oacute;n de aparatos electr&oacute;nicos. &ldquo;Busco mostrar, con un tono bastante ir&oacute;nico, como la creaci&oacute;n y la destrucci&oacute;n son cara y contracara de la misma moneda&rdquo;.

Otro artista cuya obra dialoga con el concepto de sostenibilidad es el argentino radicado en Berl&iacute;n, Tom&aacute;s Saraceno, quien reflexiona sobre modelos alternativos y sustentables de viviendas para el futuro. Es reconocido por su pasi&oacute;n por las telara&ntilde;as y su intrincada morfolog&iacute;a, que sirven de inspiraci&oacute;n para sus trabajos, por ejemplo, las esculturas m&oacute;viles Ciudades nubes (Cloud Cities), pero tambi&eacute;n por sus &ldquo;esculturas flotantes&rdquo;, esos inmensos globos negros que se alimentan de energ&iacute;a solar y forman parte de su proyecto de largo aliento: dar inicio a una nueva era &ndash;el Aeroceno&ndash; que reemplace a la actual &ndash;el Antropoceno&ndash;, signada por el destructivo impacto global dejado por el hombre.&nbsp;&nbsp;
Uno de sus proyectos m&aacute;s destacados, la pel&iacute;cula Fly with Pacha, into the Aerocene, documenta el vuelo m&aacute;s sustentable en la historia de la humanidad, el del globo Aerocene Pacha impulsado solo por el aire y el calor del sol. Fue realizado en 2020 en Salinas Grandes, Jujuy, en solidaridad con las&nbsp;comunidades ind&iacute;genas de la zona y su protesta contra las pr&aacute;cticas nocivas de extracci&oacute;n de litio en el norte argentino, como parte de la iniciativa Connect, BTS, proyecto de exhibiciones de artistas de todo el mundo, en torno a la diversidad, la conexi&oacute;n y la comunicaci&oacute;n. El filme se proyect&oacute; en el festival de arte Radical Playgrounds: From Competition to Collaboration realizado en el espacio expositivo Gropius Bau de Berl&iacute;n.

El reciclado es otro de los grandes temas que ocupa la imaginer&iacute;a de los creadores contempor&aacute;neos, como la del keniata Cyrus Kabiru. Artista autodidacta reconocido por sus elaborados anteojos escult&oacute;ricos bautizados C-Stunners, hechos a partir de materiales reciclados y objetos encontrados en las calles de Nairobi. Sus divertidas gafas funcionan como una met&aacute;fora del poder de la transformaci&oacute;n creativa tanto dentro de Africa como en todo el mundo. Su carrera art&iacute;stica es una historia de reimaginaci&oacute;n y reinvenci&oacute;n, al brindar una segunda vida a los residuos a trav&eacute;s del arte al tiempo que promueve la sostenibilidad.
"Intento cambiar el mundo con mi trabajo, reciclando y mostrando a las nuevas generaciones que se puede vivir si se protege la naturaleza. Yo salvo la naturaleza, y la naturaleza me otorga algo a m&iacute;", suele declarar este artista que lanz&oacute; sus talleres Art of Recycle en la feria Art Dubai 2022 y luego el programa se expandi&oacute; a ochenta escuelas en los siete emiratos. M&aacute;s de 4.500 estudiantes fueron invitados a recuperar y reutilizar materiales de uso cotidiano de sus hogares y escuelas, para transformarlos en obras de arte y as&iacute; darles una nueva vida. Con sus obras, Kabiru ha recorrido m&aacute;s de treinta pa&iacute;ses y varias han sido incorporadas al departamento africano del Museo Smithsonian y exhibidas, entre otros espacios, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.&nbsp;

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