El fuego que alimentó a los escritores residentes originales de Nueva York todavía arde en la escena literaria actual de las redes sociales.

Una tarde en 1954, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joan_Didion">Joan Didion</a>, una veintea&ntilde;era de ojos ansiosos de la costa oeste, salt&oacute; del DC-7 e inhal&oacute; su primer aliento de Nueva York. El aire era ligero con los primeros brotes de la primavera, y las calles estaban cubiertas de so&ntilde;olientos rayos de sol.&nbsp;&nbsp;Alto, bullicioso, hermoso. Este fue el primer encuentro de Didion con la ciudad, un saludo t&iacute;mido que m&aacute;s tarde se convertir&iacute;a en una infatuaci&oacute;n contagiosa.

Despu&eacute;s de la peregrinaci&oacute;n prescrita por cualquier escritor, Didion parti&oacute; hacia Nueva York en busca de inspiraci&oacute;n y satisfacci&oacute;n. De hecho, cada gran autor estadounidense en la historia reciente, si no es un nativo de Nueva York, ha vivido en la ciudad durante al menos un corto per&iacute;odo de tiempo. En su ensayo reflexivo Goodbye to All That , ella conf&iacute;a en que &quot;Nueva York no es una mera ciudad ... Es, en cambio, una idea infinitamente rom&aacute;ntica, el misterioso nexo de todo amor, dinero y poder&quot;. De hecho, es sobre esta premisa muchos escritores, m&uacute;sicos y dise&ntilde;adores de gran talento acuden en masa a la ciudad del Imperio. Es por esta raz&oacute;n que, a su vez, la ciudad ha orquestado algunas de las obras de arte callejero m&aacute;s impresionantes, los espect&aacute;culos de Broadway y la poes&iacute;a de la palabra hablada hasta la fecha.

Didion es famosa por su periodismo cr&iacute;tico, honesto e inteligente, gran parte del cual fue esculpido por su tiempo trabajando en Vogue. Sin embargo, preste atenci&oacute;n al espejo de punk, la poeta <a href="http://www.pattismith.net/intro.html">Patti Smith</a> y experimentar&aacute; un relato m&aacute;s oscuro y alimentado por toxinas de la misma iconograf&iacute;a. Nuevamente llegando a Nueva York, una autoproclamada &quot;joven artista&quot;, Smith pasa la mayor parte de su &aacute;lbum debut, Just Kids, idealizando la pobreza y alimentando su inherente hambre de crear. Para Smith, la energ&iacute;a y la conexi&oacute;n forman la moneda de Nueva York, con poca atenci&oacute;n concedida al materialismo moderno. Naturalmente, una gran parte de su trabajo reflexiona sobre el v&iacute;nculo de oro que comparti&oacute; con el fot&oacute;grafo, Robert Mapplethorpe. Un creador disruptivo por derecho propio, recuerda c&oacute;mo &quot;el color lo entusiasm&oacute;, no el acto de llenar el espacio, sino elegir colores que nadie m&aacute;s seleccionar&iacute;a. En las verdes colinas vio rojo. Nieve p&uacute;rpura, piel verde, sol plateado.

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Libertad de elegir. Libertad para cambiar. Libertad de ser.&nbsp;

Esto es lo que Nueva York ha alentado. La&nbsp;ciudad promueve la diversidad y la distinci&oacute;n, dando paso a la colorida expresi&oacute;n de s&iacute; mismo en todo el espectro de edad, g&eacute;nero, raza y ocupaci&oacute;n. Lo vemos en la franqueza de Didion y en el impresionismo inspirado por Rimbaud de Patti Smith. Cada vez m&aacute;s identificables, lo vemos en forma de poes&iacute;a y podcasts de Instagram; los gustos de Atticus y Rupi Kaur magnifican los tonos de los innovadores literarios de Nueva York, moldeando sus mensajes en trozos peque&ntilde;os.

Las redes sociales no son, como muchos suponen, una fuerza impulsora de la innovaci&oacute;n art&iacute;stica. La emoci&oacute;n sombr&iacute;a y el sabor dulce han estado a la vanguardia de la escena literaria estadounidense durante el siglo pasado, cuando Didion y Smith ataron las fr&aacute;giles cuerdas del estilo, la m&uacute;sica y el modernismo. La configuraci&oacute;n digital, en cambio, provoca un incendio en la pr&oacute;xima generaci&oacute;n de creatividades, potencia a los t&iacute;midos para hablar y act&uacute;a como uno de los veh&iacute;culos literarios m&aacute;s poderosos hasta la fecha. Un veh&iacute;culo literario, debemos se&ntilde;alar, en gran medida impulsado por el impulso imparable de las iniciativas de Nueva York.

Podr&iacute;a decirse que es su cita m&aacute;s ampliamente compartida, Joan Didion lo resume sucintamente: &quot;Escribo completamente para descubrir lo que estoy pensando, lo que estoy viendo, lo que veo y lo que significa&quot;. Su mensaje es conmovedor, suave y c&oacute;modamente encaja en un soporte de 140 caracteres. Ver, pensar, comunicarse. &iquest;No son todas las redes sociales, despu&eacute;s de todo?

Por qué la escena literaria de Nueva York nunca va a morir

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