Las que se ven en las pantallas y las que están detrás. La nueva camada de diseñadoras de videojuegos, ilustradoras e historietistas que inspiran a las generaciones futuras.

&ldquo;La Mujer Maravilla para presidenta&rdquo;, propon&iacute;a la tapa del n&uacute;mero con que <a href="https://msmagazine.com/">Ms. Magazine</a> dejaba atr&aacute;s sus d&iacute;as junto a <a href="http://nytimes.com">The New York Times </a>para convertirse en una revista independiente. Era 1972 y la publicaci&oacute;n cofundada por las activistas Gloria Steinem y Letty Cottin Pogrebin se consolidaba como la voz del movimiento feminista. El creador de la superhero&iacute;na en cuesti&oacute;n, William Moulton Marston, tambi&eacute;n consideraba que las mujeres deb&iacute;an gobernar el mundo. Este psic&oacute;logo y autor de historietas estadounidense ide&oacute; el personaje que apareci&oacute; por primera vez en las p&aacute;ginas de All-Star Comics en 1941, como una cr&iacute;tica a los estereotipos que despojaban a las mujeres de toda fortaleza. Su princesa amazona luchaba por la justicia, el amor, la paz y la paridad de g&eacute;nero.&nbsp;

La reacci&oacute;n de los adversarios da una pauta del car&aacute;cter revolucionario de esta tira. En 1954, por ejemplo, el psiquiatra Fredric Wertham testific&oacute; ante un subcomit&eacute; del Senado y&nbsp;manifest&oacute; su preocupaci&oacute;n por la influencia de las historietas en la ni&ntilde;ez y adolescencia. &ldquo;En cuanto a la &#39;feminidad avanzada&#39;, &iquest;cu&aacute;les son las actividades que las mujeres disfrutan en pie de igualdad con los hombres? No funcionan. No son amas de casa. No cr&iacute;an una familia. El amor materno est&aacute; completamente ausente. Incluso cuando La Mujer Maravilla adopta a una chica, hay connotaciones l&eacute;sbicas&rdquo;, proclamaban sus art&iacute;culos. A ra&iacute;z de estas audiencias, la Comics Magazine Association of America adopt&oacute; un nuevo c&oacute;digo de regulaci&oacute;n que, entre otras cosas, establec&iacute;a: &ldquo;El tratamiento de las historias de amor y romance enfatizar&aacute; el valor del hogar y la santidad del matrimonio&quot;. 
 
La creaci&oacute;n de Marston sigui&oacute; vigente en las revistas editadas por<a href="http://dccomics.com"> DC Comics</a> y en 1975 lleg&oacute; a la televisi&oacute;n. La serie protagonizada por Lynda Carter se extendi&oacute; hasta 1979. Bajo la perspectiva de que a cada &eacute;poca le corresponde su hero&iacute;na, la versi&oacute;n cinematogr&aacute;fica de 2017 no necesit&oacute; cambiar el guion original para funcionar. La pel&iacute;cula producida por DC Films e interpretada por Gal Gadot recaud&oacute; m&aacute;s que ninguna otra del g&eacute;nero superh&eacute;roes. Al igual que la pr&oacute;xima entrega &ndash;cuyo estreno est&aacute; previsto para este a&ntilde;o&ndash; fue dirigida por una mujer, Patty Jenkins, algo que parec&iacute;a inaudito hasta entonces. Capitana Marvel, la propuesta con la que la otra megafactor&iacute;a de c&oacute;mics busc&oacute; estar a la altura de los tiempos, tambi&eacute;n cont&oacute; con mujeres detr&aacute;s de c&aacute;mara. La direcci&oacute;n del film estrenado en 2019 estuvo en manos de Anna Boden y Ryan Fleck, y se bas&oacute; en el trabajo de la escritora feminista Kelly Sue DeConnick.

Paula Andrade

Pero la presencia femenina en los universos de ficci&oacute;n no siempre corri&oacute; con tan buena suerte. Son pocas las protagonistas que nacieron con una identidad propia. A menudo son accesorias o derivaciones de las figuras masculinas. Tanto su apariencia como los roles que desempe&ntilde;an suelen responder exclusivamente a los intereses de una audiencia de varones. Para <a href="https://www.instagram.com/derrewyn/">Paula Andrade</a>, ilustradora, guionista y editora de historietas, imaginar a una mujer al frente de una aventura es algo natural y es posible crear personajes m&aacute;s ricos. &ldquo;En general se tiende a simplificar: o somos buenas y maternales o malas y vengativas. Cuando se incluye una chica en el relato, se suele proyectar en ella todo aquello que la masculinidad no tiene permitido, como las emociones y la vulnerabilidad. Esto tambi&eacute;n los afecta a ellos, dado que pierden la oportunidad de explorar qu&eacute; se entiende hoy por ser hombre&rdquo;.&nbsp;

Esta l&oacute;gica se verifica en otros formatos, como los videojuegos. &ldquo;Antes &eacute;ramos las princesas a rescatar, un premio, un objeto narrativo que solo disparaba la aventura del h&eacute;roe. Para que estos pudieran vengar la muerte de su madre, su novia o su hermana, se naturalizaron escenas de violencia extrema para con ellas&rdquo;, describe Martina Santoro, coordinadora de la Carrera de Direcci&oacute;n de Cine de Animaci&oacute;n y Multimedia en la Universidad del Cine. La especialista, que cada s&aacute;bado analiza el proceso de deconstrucci&oacute;n de las industrias creadoras de contenido desde el programa de radio <a href="https://futurock.fm/historial/cosa-nona/">&ldquo;Cosa &ntilde;o&ntilde;a&rdquo;, en Futurock</a>, se&ntilde;ala algunos cambios en los juegos: &ldquo;El tiempo y las plataformas en l&iacute;nea ayudaron a definir que la mitad del consumo actual sea de mujeres. La distribuci&oacute;n digital cambi&oacute; el rango de alcance de las audiencias. Se pudo destruir el mito del gamer var&oacute;n, blanco y heterosexual. La generaci&oacute;n que creci&oacute; jugando en las d&eacute;cadas de 1970 y 1980 tiene menos prejuicios, por lo tanto, sus descendientes no cargan con los mismos estigmas&rdquo;.&nbsp;

En Argentina, la industria de los videojuegos registra un crecimiento desde los &uacute;ltimos 20 a&ntilde;os, pero a&uacute;n conserva preponderancia masculina. &ldquo;La participaci&oacute;n de las mujeres desarrolladoras est&aacute; por debajo del 20%, pero se hacen cosas concretas para cambiar esa realidad. Los equipos se vuelven m&aacute;s diversos y eso se refleja en el producto final&rdquo;, sostiene Santoro, que hasta diciembre de 2018 ocup&oacute; la presidencia de la <a href="http://adva.vg">Asociaci&oacute;n de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina</a>. El impacto de estos equipos creativos m&aacute;s plurales se traduce en la incorporaci&oacute;n de otras etnias, identidades de g&eacute;nero, religiones, apariencias y corporalidades.&nbsp;

“Los juegos, cómics, series y películas tienen alcance masivo. Si te podés identificar con algún personaje, vas a imaginarte haciendo algo que no sabías que podías hacer”. Martina Santoro.

&ldquo;Los juegos, c&oacute;mics, series y pel&iacute;culas tienen alcance masivo. Si te pod&eacute;s identificar con alg&uacute;n personaje, vas a imaginarte haciendo algo que no sab&iacute;as que pod&iacute;as hacer&rdquo;, agrega la experta en referencia a &ldquo;If she can see it, she can be it&rdquo;, el lema del Instituto Geena Davis sobre G&eacute;nero en los Medios. La actriz cre&oacute; la organizaci&oacute;n alertada por el contenido de los programas de televisi&oacute;n a los que estaba expuesta su hija y su potencial para influir en el modo en que las j&oacute;venes se ven a s&iacute; mismas y creen que deben actuar.&nbsp;

La renovada composici&oacute;n de los equipos de trabajo tambi&eacute;n promueve cambios puertas adentro. &ldquo;A medida que m&aacute;s mujeres empezamos a compartir la toma de decisiones y aparecen disidencias, se genera un ambiente de trabajo m&aacute;s sano y seguro. Cuestionar el discurso &uacute;nico favoreci&oacute; la revisi&oacute;n del comportamiento de quienes integran la industria. Se empiezan a visibilizar denuncias por maltrato laboral o abusos. Si los espacios de validaci&oacute;n como las editoriales especializadas, la cr&iacute;tica y los eventos del sector contin&uacute;an siendo hegem&oacute;nicos, mantendr&aacute;n sus puntos ciegos&rdquo;, relata Andrade, cuya obra autogestionada es reconocida dentro y fuera del pa&iacute;s.&nbsp; 
 
Las industrias creativas tambi&eacute;n representan una oportunidad en t&eacute;rminos de inclusi&oacute;n social. El acceso a la tecnolog&iacute;a es clave para la formaci&oacute;n y el desarrollo en la ni&ntilde;ez y la adolescencia, tal como evidenci&oacute; la educaci&oacute;n a distancia que impuso el aislamiento social producto del brote de la COVID-19.&nbsp; &ldquo;Para las nenas en especial, empezar a programar desde chicas les puede abrir otros horizontes. Los juegos son una puerta de entrada amigable para comprender un nuevo idioma. El d&iacute;a de ma&ntilde;ana lo podr&aacute;n aplicar a otros rubros. En este sentido, las pol&iacute;ticas p&uacute;blicas son fundamentales&rdquo;, sostiene Santoro.&nbsp; Y Andrade agrega: &ldquo;Nadie puede hablar por nosotras, al menos por ahora. Es tiempo de contar nuestras historias, las que el mundo necesita&rdquo;.

Heroínas de ficción

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