La dupla Chiachio y Giannone se define como un artista de dos cabezas y cuatro manos. Retomando lo mejor del legado de las vanguardias hist&oacute;ricas, para ellos vida y obra ya no son asunto separado.

La historia de Leo Chiachio y Daniel Giannone parece marcada por una subalternidad m&uacute;ltiple que decidieron convertir en una bandera tan plagada de detalles como los bordados de sus obras. Desoyeron el mandato de g&eacute;nero que no resist&iacute;a a las parejas homoparentales, abandonaron el precepto del mundo del arte que buscaba consagrar nombres propios y finalmente tomaron una t&eacute;cnica bastardeada como menor y la llevaron a los museos m&aacute;s importantes a nivel global. Queer antes de la moda de lo queer, se convirtieron en exponentes art&iacute;sticos de una comunidad que reclamaba derechos.&nbsp;
L&acute;OFFICIEL: Tanto en el trabajo de ustedes como en la articulaci&oacute;n con otros artistas hay una apuesta por lo colectivo. &iquest;Cu&aacute;l es la posici&oacute;n ideol&oacute;gica detr&aacute;s de eso?&nbsp;
Chiachio y Giannone: Siempre nos interes&oacute; quebrar los l&iacute;mites de las pr&aacute;cticas art&iacute;sticas. Cuando nos pusimos a trabajar juntos, sab&iacute;amos que quer&iacute;amos disolver las individualidades para ser otra cosa un poco m&aacute;s grande. A partir de romper lo individual, empezamos a trabajar tambi&eacute;n en comunidad con otros artistas, como un grupo de bordadoras de una regi&oacute;n rural de la provincia de Buenos Aires o, por ejemplo, en California, donde construimos una bandera con cuatro mil personas. Creemos que pensar la autor&iacute;a como un nombre propio es de siglos pasados. El mundo contempor&aacute;neo nos interroga acerca de diferentes maneras de producci&oacute;n colectiva.&nbsp;
L&acute;O: En el trabajo de ustedes hay una construcci&oacute;n que une arte y vida &iquest;Cu&aacute;l fue el devenir de esta l&oacute;gica?
CH y G: Pensamos el arte y la vida como una misma cosa, no nos interesa separarlos. Cuando comenzamos a trabajar juntos, hace 20 a&ntilde;os, fue una decisi&oacute;n comprender y darnos cuenta de que juntos &eacute;ramos mejores y que este modo de transitar el arte atravesara todo el tiempo que estuvi&eacute;ramos unidos. Hay una intenci&oacute;n de vivir en un modo de producci&oacute;n permanente. Tambi&eacute;n hacemos una apuesta por la reutilizaci&oacute;n de materiales de uso dom&eacute;stico, por darles una segunda posibilidad y rastrear todos los lazos afectivos que puede haber en la historia de las telas, por ejemplo. Los textiles tienen memoria, generalmente son donados por otras personas que nos los ceden como si nos estuviesen dando un tesoro que concentra afecto.&nbsp;
L&acute;O: En la elecci&oacute;n por el bordado como t&eacute;cnica se percibe tambi&eacute;n el intento de unir &ldquo;lo alto&rdquo; del arte con &ldquo;lo bajo&rdquo; de lo popular. &iquest;C&oacute;mo conciben esta tensi&oacute;n?
CH y G: El bordado nos interes&oacute; por varios motivos, en especial, porque es una actividad o una t&eacute;cnica ligada al mundo femenino y nos preguntamos qu&eacute; pasa cuando dos hombres se apropian de esta t&eacute;cnica. Hay todo un gesto pol&iacute;tico al reemplazar los pinceles y acr&iacute;licos por hilos de bordar, agujas y tijeras. Por otro lado, quisimos borrar los l&iacute;mites entre trabajo y g&eacute;nero, y eso es algo que hicimos desde una primera instancia. Asimismo, la t&eacute;cnica del bordado nos sirvi&oacute; al momento de decidir extender las colaboraciones, incluir a otros artistas con la intenci&oacute;n de crear redes afectivas dentro del arte. Cuando elegimos el bordado como t&eacute;cnica y tecnolog&iacute;a para hacer nuestro trabajo sab&iacute;amos muy bien que pod&iacute;a estar con una pata dentro de lo alto y otra pata dentro de lo bajo o de lo popular. Nunca sentimos que hab&iacute;a una tensi&oacute;n entre un mundo y el otro, sino m&aacute;s bien hubo una especie de buena convivencia. Nos ubicamos en el medio tratando de conciliar esos dos universos.
L&acute;O: Como mencionan, el bordado sol&iacute;a estar asociado al mundo de lo femenino &iquest;c&oacute;mo fue el proceso de convertir el estigma en bandera, tanto desde la t&eacute;cnica como desde las tem&aacute;ticas?
CH y G: Cuando hicimos esta especie de conversi&oacute;n de la pintura al bordado, &eacute;ramos muy conscientes de que era una tarea asignada al mundo femenino, entonces cuando dos hombres, una pareja de hombres gay, est&aacute;n trabajando con esta t&eacute;cnica hay un posicionamiento pol&iacute;tico acerca de la propia tarea. Luego de la pr&aacute;ctica de tantos a&ntilde;os, y un poco de una manera a veces inconsciente, este estigma se transforma en una bandera, o una palabra en defensa de los derechos, ser portavoces de una comunidad. Una pr&aacute;ctica hecha en un lugar muy &iacute;ntimo, pero cuando la exhib&iacute;s en un espacio p&uacute;blico, se pone en di&aacute;logo con la sociedad. Adem&aacute;s, desde un inicio hubo una decisi&oacute;n de ponernos nosotros como protagonistas en nuestras obras, donde mostramos que &eacute;ramos una familia de dos hombres cuando no exist&iacute;a siquiera la ley de matrimonio igualitario o la ley de identidad de g&eacute;nero.&nbsp;

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