Arkheion, de Karina Kreth y Bel&eacute;n Garc&iacute;a Pinto, inaugura una nueva tendencia en Argentina: las subastas de dise&ntilde;o. Tienen piezas del siglo XX y XXI, especiales, &uacute;nicas, de ediciones limitadas para tentar a un nuevo segmento de coleccionistas.

Un pez exquisito gu&iacute;a el primer tramo de conversaci&oacute;n con <a href="https://www.instagram.com/karinakreth/">Karina Kreth</a> y <a href="https://www.instagram.com/belen_garcia_pinto/">Bel&eacute;n Garc&iacute;a Pinto</a>. Imposible no destacar esa pieza entre otros tesoros que emergen de los cat&aacute;logos de <a href="https://www.instagram.com/a_r_k_h_e_i_o_n/">Arkheion</a>, la iniciativa que funda en la Argentina una modalidad guiada hacia el coleccionismo de dise&ntilde;o.&nbsp;
Por &ldquo;la reinvenci&oacute;n de las tradiciones que asocian creatividad y modernidad a una nueva forma de habitar nuestro tiempo&rdquo;, sostiene la carta de Arkheion. Sus principios: &ldquo;La reuni&oacute;n de piezas &uacute;nicas, prototipos, ediciones limitadas y de particular inter&eacute;s de los siglos XX y XXI&rdquo;.&nbsp; La elegancia del proyecto fue integrarlos en narrativas historiogr&aacute;ficas con las que, adem&aacute;s, presentan c&aacute;psulas espaciales: una suerte de vi&ntilde;etas atemporales, donde las piezas mantienen di&aacute;logos flotantes cargados de sentido est&eacute;tico e historiogr&aacute;fico.&nbsp;
&ldquo;La primera subasta fue en diciembre de 2020, un dato no menor&rdquo;, se r&iacute;e Karina. &ldquo;Por formaci&oacute;n o deformaci&oacute;n, dedic&aacute;ndonos ambas al interiorismo y a la arquitectura, teniendo a la vez interacci&oacute;n con otras disciplinas &ndash;en el caso de Karina con el cine y en el m&iacute;o con la moda&ndash;, fuimos construyendo un camino de ejercicio del ojo. El tema de los muebles y del dise&ntilde;o en general era un pendiente. En marzo de 2019 tuvimos una primera charla. Nunca hab&iacute;amos trabajado juntas, pero tenemos muchos puntos en com&uacute;n&rdquo;, relata Bel&eacute;n.&nbsp;&nbsp;
Pensaron que el formato subasta podr&iacute;a ser el adecuado, porque Arkheion nace como una estructura flexible, repetible, escalable, n&oacute;made &hellip;&nbsp; &ldquo;Mir&aacute; c&oacute;mo la pandemia vino a confirmar esos rasgos&hellip;&rdquo;, apunta Bel&eacute;n.&nbsp; Entonces surgi&oacute; la idea del v&iacute;nculo con Rold&aacute;n, que por su camino y por su b&uacute;squeda de lo contempor&aacute;neo a trav&eacute;s de la galer&iacute;a Barro por ejemplo, les parec&iacute;a muy conveniente. &ldquo;Se lo propusimos a Nahuel Ortiz Vidal, le interes&oacute; much&iacute;simo y as&iacute; fue. Hay una cuesti&oacute;n de aprovechar el momento justo, en el mundo est&aacute; sucediendo, pero no aqu&iacute; en la Argentina. De esta manera, todo ese universo del coleccionismo de arte contempor&aacute;neo puede saltar al coleccionismo de dise&ntilde;o. Y pas&oacute; desde la primera edici&oacute;n: el feedback fue &iexcl;muy bueno! Ese cruce es el correcto, el que tiene que acontecer&rdquo;, apuesta Bel&eacute;n.&nbsp;
Uno de esos sets, en la Galer&iacute;a Rev&oacute;lver, mostraba las piezas a subastar (mobiliario, luminarias, adornos) montadas sobre carb&oacute;n: &ldquo;Imaginen el contraste de un c&aacute;binet espejado de Edgardo Gim&eacute;nez sobre esa superficie&rdquo;, dice Karina. Exquisito.
La figura del comienzo es un pescado tropical con luz interior, una pieza bien art d&eacute;co, creada alrededor de 1930 por la ceramista francesa Camille Tharaud y fabricada en porcelana Limoges. Integr&oacute; el cat&aacute;logo de la segunda subasta de invierno en la tradicional casa Daniel Rold&aacute;n. La subasta de primavera, la tercera de Arkheion, fue en octubre. Un recorrido por los cat&aacute;logos colgados en IG, brinda una buena idea de ese rango sofisticado que va de un cabinet espejado de los 80 de Edgardo Gim&eacute;nez a un set para picnic de principios de la d&eacute;cada de 1920, en cuero suela, acero y vidrio; de un &oacute;leo de Emilio Pettoruti a una vasija Entrevero, del catamarque&ntilde;o y furor global Cristian Mohaded.&nbsp;
Kreth y Garc&iacute;a Pinto reconocen que adem&aacute;s de la pasi&oacute;n que comparten por los cruces entre la arquitectura, el dise&ntilde;o y la historia, las dos evidencian en distinto grado el paso por las casas de remate desde ni&ntilde;itas, impulsadas por madres, t&iacute;as y una abuela. Pero donde m&aacute;s se ve el entendimiento entre ellas es en la capacidad narrativa, que incluye el conocimiento tem&aacute;tico previo para seleccionar las piezas, y luego s&iacute;, la gracia para componer di&aacute;logos de un siglo entero en peque&ntilde;as vi&ntilde;etas que remiten al 1900 y al 2000 tambi&eacute;n.&nbsp;&nbsp;
&ldquo;Hay algunas licencias: piezas del siglo XIX o, si aparecen algunas que consideremos formadoras de una contempor&aacute;nea o moderna&rdquo;, se&ntilde;ala Karina. Y aclaran una y otra vez que no son curadoras sino &ldquo;hurgadoras de tesoros&rdquo;. Vale decir que el coleccionismo de dise&ntilde;o con subastas y catalogaci&oacute;n propia es algo que globalmente se corresponde con el siglo XXI. No es que antes no existieran guardadores de piezas de dise&ntilde;o, por supuesto que hab&iacute;a coleccionistas y fetichistas &ndash;los verdaderos amantes del dise&ntilde;o las tienen en uso&ndash;, pero no un circuito de galer&iacute;as, casas de subastas y muestras que pusieran sistem&aacute;ticamente en pista este tipo de obras: mayormente mobiliario, luminarias y objetos &uacute;tiles o decorativos.&nbsp;
&ldquo;No restringirnos a dise&ntilde;o argentino, pero tener un centro ah&iacute; es nuestra premisa. En el primer Arkheion, la pieza m&aacute;s antigua era de la d&eacute;cada del 20 y la m&aacute;s contempor&aacute;nea, de 2018, esos barridos nos interesan. Podemos tener una pieza de Joaqu&iacute;n Bosch y al lado una de Roberto Aizenberg. Y algo muy lindo que me parece que hacemos es contarles todo esto a las personas que vienen a la exposici&oacute;n&rdquo;, relata Bel&eacute;n.&nbsp;
Kreth y Garc&iacute;a Pinto son arquitectas, cursan sus primeros 50 y 40 respectivamente, ambas pasaron por las aulas de la FADU UBA aunque no al mismo tiempo y, antes de eso, tambi&eacute;n las une el paso por el colegio Jes&uacute;s Mar&iacute;a, de donde en estos tiempos recuerdan especialmente a &ldquo;la Bucca&rdquo;&hellip; Varios signos de admiraci&oacute;n traen a esta profesora al ruedo: Beatriz Bucca, dicen, las introdujo al mundo del pensamiento cl&aacute;sico y a los problemas de la narrativa. Pero adem&aacute;s de aquellos a&ntilde;os de aprender griego, lat&iacute;n y preceptiva literaria, hoy rescatan esa base como un mullido lecho para nuevos saberes y movimientos: la base Bucca.&nbsp;
&ldquo;Bueno, te dir&iacute;a que ya est&aacute; presente en el nombre de la iniciativa, lo que nos define un poco: Arkheion quiere decir archivo en griego. No dimos vueltas, ten&iacute;amos la idea de que el nombre representara lo que el coleccionismo ya est&aacute; haciendo, algo de cabinet, de lugar donde se puede guardar toda esa informaci&oacute;n. Al comienzo pensamos Arkheion como una plataforma online donde vos pudieras armar tu propia colecci&oacute;n y tener tus archivos, tus b&uacute;squedas y una secuencia de cu&aacute;nto lo pagaste y cuanto se vendi&oacute;, y saber un poco m&aacute;s del origen de la pieza, de cu&aacute;nto vale en Argentina y cu&aacute;nto en otros lugares del mundo&rdquo;, explica Karina.&nbsp;
&ldquo;Hay mucho por hacer, pero ya se nota una mirada integral: no salimos a mostrar los hilos de la marioneta, aunque los hay: un recorrido, un relato, una puesta en relaci&oacute;n, que es lo que hace que se vea consistente. La modulaci&oacute;n de los contenidos&hellip;&rdquo;.&nbsp; En ese andarivel que figurativamente podr&iacute;a ser una l&iacute;nea de tiempo y espacialmente una superficie rectangular, ellas arman conversaciones de objetos con alto sentido est&eacute;tico, con una colorimetr&iacute;a muy precisa: los sets de subasta bien podr&iacute;an ser escenograf&iacute;as de cine. Dan ganas de entrar y quedarse.

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