Traves&iacute;as individuales en la creaci&oacute;n de archivos de moda y los desaf&iacute;os de mantenerlos.&nbsp; Una conversaci&oacute;n con&nbsp; Adrian Appiolaza &ndash;nuevo Director Creativo de Moschino&ndash; y Carla Sozzani, icono internacional de la moda.

Trabajar en la moda requiere una pasi&oacute;n insaciable. Armar un archivo de moda exige adem&aacute;s paciencia, m&aacute;xima habilidad organizativa e investigaci&oacute;n agotadora.&nbsp; Luego de trabajar con Phoebe Philo en Chlo&eacute;, con Jonathan Anderson en Loewe, y en Miu Miu y Louis Vuitton, el dise&ntilde;ador argentino Adrian Appiolaza fue convocado en enero para ocupar la&nbsp; direcci&oacute;n creativa de Moschino.&nbsp; Su primera colecci&oacute;n, lanzada en febrero en Mil&aacute;n, ofreci&oacute; un enfoque moderno del estilo marcadamente campy de la casa de moda. En la pasarela, las modelos lucieron baguettes o totes cubiertas de sonrientes caritas amarillas&nbsp;
Carla Sozzani &ndash;periodista, editora, galerista, coleccionista y fundadora de 10 Corso Como&ndash; comparte con Appiolaza la devoci&oacute;n por la historia&nbsp; de la moda.&nbsp; A lo largo de sus carreras ambos han creado archivos personales de millares de piezas que atesoran. Se reunieron en Mil&aacute;n, en la oficina de Moschino, con L&rsquo;Officiel. La charla fue testimonio de su fervor.&nbsp;
L&rsquo;OFFICIEL: &iquest;C&oacute;mo se inici&oacute; su inter&eacute;s por coleccionar?&nbsp;&nbsp;
ADRIAN APPIOLAZA: Comenz&oacute; a mediados de los a&ntilde;os ochenta, cuando a&uacute;n viv&iacute;a en la Argentina. Todav&iacute;a recuerdo la emoci&oacute;n que me invadi&oacute; cuando encontr&eacute; una copia de la revista inglesa The Face en una tienda de segunda mano. Fue all&iacute; que descubr&iacute; Comme des Gar&ccedil;ons. A los pocos a&ntilde;os emigr&eacute; al Reino Unido y all&iacute; sent&iacute; el enorme poder de la moda. No era solo Comme, estaban&nbsp; Margiela, Yohji Yamamoto, Issey Miyake. Cuando ingres&eacute; a la industria, investigu&eacute; en profundidad. Las primeras compras las pude hacer a trav&eacute;s de eBay. Quer&iacute;a&nbsp; comprender mejor la realizaci&oacute;n de las prendas y estudiar los materiales. Alrededor de 2010 me di cuenta de que ten&iacute;a cierto n&uacute;mero de piezas y sent&iacute; la necesidad de saber a qu&eacute; temporada pertenec&iacute;an. A partir de entonces empec&eacute; a organizarlas.
CARLA SOZZANI: &nbsp;Mi proceso fue muy diferente.&nbsp; Comenc&eacute; a trabajar en la moda en 1968; he visto de todo. En 1967 Yves Saint Laurent abri&oacute; su boutique de pr&ecirc;t-&agrave;-porter. En ese momento cambi&oacute; todo. Con mi hermana Franca &ndash;la renombrada editora de Vogue Italia fallecida en 2016&ndash; compr&aacute;bamos a lo loco. Hasta entonces, era solo couture, pero en Saint Laurent, uno pod&iacute;a entrar, probarse algo y llev&aacute;rselo de inmediato.&nbsp; Era incre&iacute;ble; todav&iacute;a tengo varias de las piezas de esos a&ntilde;os. Cuando Versace abri&oacute; su tienda, hab&iacute;a una cola que daba vuelta a la esquina.&nbsp; Y entonces vinieron Claude Montana, Thierry Mugler, Armani. Yo compraba para m&iacute;, no pensaba en coleccionar. Fue durante los 80, durante el per&iacute;odo con Romeo Gigli, que comenc&eacute; a comprar con la idea de investigar, en busca de inspiraci&oacute;n. En esa &eacute;poca usaba jeans todo el tiempo, as&iacute; que tambi&eacute;n tengo una colecci&oacute;n de esas prendas.&nbsp;

&ldquo;Yo compraba para m&iacute;, en esa &eacute;poca no pensaba en coleccionar&rdquo;. CARLA SOZZANI

L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo manejan sus archivos?
CS: Mi colecci&oacute;n esta toda catalogada y pr&aacute;cticamente intacta. He vendido algunas piezas porque quer&iacute;a promover la idea de una econom&iacute;a circular. Yo eval&uacute;o mis adquisiciones&nbsp; pensando en algo que el d&iacute;a de ma&ntilde;ana ser&aacute; vintage.&nbsp;
AA: Durante la pandemia, Ryan [Benacer, pareja de Appiolaza] se qued&oacute; sin trabajo y centr&oacute; su energ&iacute;a en el archivo. Lo promocionamos mediante una newsletter a personas clave de la industria. Ahora alquilamos piezas regularmente para investigaci&oacute;n; tambi&eacute;n a veces&nbsp; a celebridades que buscan algo especial, como Katy Perry en Vogue World 2024 en Par&iacute;s. [Llev&oacute; un vestido Noir Kei Ninomiya Oto&ntilde;o 2019]. Me gusta la idea de que esas prendas a&uacute;n puedan usarse. Si quedan siempre encerradas en el placard, ya no tienen m&aacute;s vida.
CS: Siempre tengo un poco de temor de que las arruinen.&nbsp; Si se usan para una fiesta, corren el riego de mancharse o de sufrir un desgarr&oacute;n. Pero tienes raz&oacute;n. A las prendas les gusta salir de las cajas.&nbsp;
L&rsquo;O: Carla, fuiste cofundadora de la Fundaci&oacute;n Azzedine Ala&iuml;a y te desempe&ntilde;as como presidenta. &iquest;C&oacute;mo es la colecci&oacute;n de Ala&iuml;a?
CS: Es impresionante. Tiene alrededor de 35 000 piezas, que incluyen aproximadamente 500 Dior y 600 Balenciaga, para dar algunos n&uacute;meros. Pero tambi&eacute;n las hay de Jeanne Lanvin, Paul Poiret, Jean-Paul Gaultier, Rei Kawakubo, Courr&egrave;ges y Chanel. Azzedine era un perfeccionista, estudiaba todo hasta el &uacute;ltimo detalle, nunca quedaba totalmente satisfecho con su trabajo. Era un apasionado de la moda. Una vez, alrededor de 2004, fuimos juntos a una subasta. Me dijo: &ldquo;Prometo que no voy a comprar nada&rdquo;.&nbsp; Not&eacute; que el precio sub&iacute;a cuando disimuladamente levantaba un dedo a la altura de la nariz. Hab&iacute;a acordado esa se&ntilde;al con el subastador.&rdquo;&iexcl;No contamos con ese dinero!&rdquo;, me quej&eacute;. Pero no se detuvo. No hab&iacute;a manera de frenarlo.&nbsp;&nbsp;

L&rsquo;O: Adrian, &iquest;tienes en vista nuevas adiciones?&nbsp;
AA: Mi nueva obsesi&oacute;n es John Galliano. La creatividad y la calidad de su colecci&oacute;n son incre&iacute;bles, el problema son los precios. Est&aacute;n alcanzando niveles estratosf&eacute;ricos. Me consuelo pensando en una de las adquisiciones m&aacute;s incre&iacute;bles&nbsp; que hice en mi vida. Le compr&eacute; unas piezas de Martin Margiela a [la modelo belga] Kristina de Coninck. Era su musa y tuve la suerte de conocerla&nbsp; a trav&eacute;s de amigos comunes. Me invit&oacute; a su casa, abri&oacute; su guardarropa y acept&oacute; venderme algunas prendas, porque sab&iacute;a de mi pasi&oacute;n por Margiela. Es un momento que no olvidar&eacute; nunca.&nbsp;
L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo es tu relaci&oacute;n con las piezas de tu archivo?
AA: Cada vez que entra algo nuevo, festejamos con mi pareja, que se ocupa personalmente de mantener el archivo: actualmente alrededor de 8000 piezas. Luego de abrir la caja, vestimos con la prenda nueva a uno de los maniqu&iacute;es que tenemos en casa, donde est&aacute;n los looks &nbsp;m&aacute;s espectaculares de Comme des Gar&ccedil;ons. Cuando se abri&oacute; 10 Corso Como empec&eacute; a pensar como comprador y a archivar las cosas que me pareci&oacute; necesario conservar. Una vez decid&iacute; exhibir por un tiempo una pieza muy bella de Comme des Gar&ccedil;ons en la tienda para que m&aacute;s personas pudieran apreciarla. Hubo un malentendido y la vendieron a una clienta. Cuando me enter&eacute;, no acept&eacute; ninguna excusa. Hice que llamaran a la compradora y le pidieran que la devolviese, explicando lo ocurrido. Son cosas que pasan cuando se ama algo tan profundamente. Pienso, por ejemplo, en el ic&oacute;nico chaleco porcelana de Martin Margiela de Oto&ntilde;o/Invierno 1989. Durante mucho tiempo me dije que nunca lo iba a conseguir. Pero contact&eacute; a una persona que hab&iacute;a trabajado en Maison Margiela Artisanal y me sugiri&oacute; un nombre. Hab&iacute;a buscado sin &eacute;xito por a&ntilde;os sin conseguir nada y entonces &iexcl;encontr&eacute; dos!
&nbsp;L&rsquo;O: Carla, &iquest;tienes proyectada alguna exhibici&oacute;n especial de tus archivos?
CS: Justamente estaba hablando el otro d&iacute;a con Olivier Saillard [director de la Fundaci&oacute;n Azzedine Ala&iuml;a, y curador de la colecci&oacute;n Azzedine Ala&iuml;a del Museo de la Moda de la Ciudad de Par&iacute;s, Palacio Galliera] sobre la posibilidad de organizar una exposici&oacute;n all&iacute;. Debe tener una narrativa, cada prenda tiene que poder contar una historia. Estoy pensando en las piezas de Alexander McQueen, a quien conoc&iacute; cuando vino a Italia a trabajar con Romeo Gigli. Por el momento es solo una idea.&nbsp;

Traducci&oacute;n: Silvia Villegas

Imágenes del archivo de Carla Sozzani, del libro Collecting Fashion de Alexandra Carl. Desde la izquierda, en el sentido de las agujas del reloj: vestidos de Walter Albini, Primavera/Verano 1976; Yohji Yamamoto, Balenciaga Otoño/Invierno 2006 y Balenciaga Primavera/Verano 2008. Fotos: Angèle Châtenet.

Pasión de coleccionista

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