La artista brasile&ntilde;a Ana Prata regresa a Isla Flotante con la muestra Parentes.

La segunda presentaci&oacute;n en Buenos Aires de la artista brasile&ntilde;a Ana Prata es m&aacute;s que un regreso, un reencuentro. Ese es el esp&iacute;ritu de Isla Flotante, el espacio de arte dirigido por Leopol Mones Caz&oacute;n y Nani Lamarque. La galer&iacute;a naci&oacute; como un colectivo de artistas hace m&aacute;s de 10 a&ntilde;os. &ldquo;Buscamos evocar lo que est&aacute; pasando en la escena contempor&aacute;nea. La incorporaci&oacute;n de Ana, la segunda artista oriunda de Brasil que representamos luego de Luiz Roque, tiene que ver con la expansi&oacute;n del programa argentino hacia la escena latinoamericana&rdquo;, menciona Mones Caz&oacute;n, cuya galer&iacute;a convoca a once artistas (nueve de ellos argentinos) y que acaba de abrir una sede en San Pablo.
Ana Prata, reconocida como una de las pintoras j&oacute;venes brasile&ntilde;as m&aacute;s trascendentes de la escena actual, naci&oacute; en Sete Lagoas, Minas Gerais, y estudi&oacute; Artes Visuales en la Universidad de San Pablo, donde vive actualmente. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en su pa&iacute;s y en ciudades del resto del mundo como Madrid, Londres, Guadalajara y Beijing, entre otras. Su obra forma parte de colecciones internacionales como la Pinacoteca do Estado de S&atilde;o Paulo; la Pinault Collection, Francia; el Jorge Art Museum, Estados Unidos; el MAC - Museu de Arte Contempor&acirc;nea da Universidade de S&atilde;o Paulo y el Instituto Figueiredo Ferraz, Ribeir&atilde;o Preto, Brasil. Desde el 2017 hasta el 2020 estuvo nominada al premio PIPA, una iniciativa que impulsa las nuevas carreras y promueve la producci&oacute;n de arte contempor&aacute;neo brasile&ntilde;o.
Para Isla Flotante la artista seleccion&oacute; creaciones de su producci&oacute;n m&aacute;s reciente. &ldquo;Son cosas diferentes que juntas componen un todo, y este principio se puede observar tanto en la exposici&oacute;n como dentro del campo de los mismos lienzos&rdquo;, dijo Prata. &ldquo;Por lo general, trabajo en varios cuadros a la vez, pero a cada uno lo veo de una forma muy particular. Cada pintura es &uacute;nica, a pesar de que algunos elementos pueden repetirse. Tal vez, pueda se&ntilde;alar aqu&iacute; el principio del collage, una t&eacute;cnica que est&aacute; en el esp&iacute;ritu de mi trabajo m&aacute;s all&aacute; de que la enorme mayor&iacute;a est&eacute; compuesta por &oacute;leos&rdquo;, a&ntilde;adi&oacute;.

&ldquo;La naturaleza muerta me ha interesado por su misma banalidad&rdquo;

La variedad entre las distintas obras citada por la artista reside en la materialidad, algo que considera fundamental en su investigaci&oacute;n. &ldquo;Me refiero a diferencias de superficie, gesto, color, patrones, veladuras, entre otras. Las hay de distintas escalas y texturas, unas son supercoloridas y otras m&aacute;s grises, unas son planas o geom&eacute;tricas mientras que otras son m&aacute;s rugosas y gestuales. Elijo un tema para poder jugar libremente con &eacute;l dentro del cuadro&rdquo;. Prata suele experimentar tambi&eacute;n con el soporte, incluyendo fieltro o telas estampadas en lugar del lienzo blanco.
En lo que respecta a la narrativa, su trabajo mantiene un elemento com&uacute;n: &ldquo;La naturaleza muerta me ha interesado por su misma banalidad; a veces pienso que un pl&aacute;tano o una flor rompen el aura de seriedad que se asocia f&aacute;cilmente a la pintura. Creo que, a menudo, le falta algo de humor y con esta ruptura se vuelve m&aacute;s divertida, m&aacute;s mundana, incluso, m&aacute;s popular&rdquo;, mencion&oacute;, a la vez que declar&oacute; su admiraci&oacute;n por los autores autodidactas. &ldquo;Eso es algo bastante com&uacute;n en nuestro continente. Mis estudios en San Pablo estuvieron impregnados por Alfredo Volpi (&iacute;talo-brasile&ntilde;o) y Giorgio Morandi (italiano). Me gustan los artistas m&aacute;s disruptivos como Sigmar Polke (alem&aacute;n); tambi&eacute;n me encanta Robert Ryman (estadounidense) dentro de la vertiente materialista que mencion&eacute;. Tengo amigos &iacute;ntimos pintores con los que comparto ideas y que fueron importantes en mi formaci&oacute;n, cada uno a su manera&rdquo;. Acerca de sus impresiones sobre el arte vern&aacute;culo: &ldquo;La &uacute;ltima vez que estuve en Buenos Aires observ&eacute; una tradici&oacute;n muy diferente. Mientras que en Brasil se ve una inclinaci&oacute;n muy marcada hacia la belleza, hasta con cierto candor, la pintura argentina me pareci&oacute; m&aacute;s agresiva, quiz&aacute;s, menos preocupada por ser bella, m&aacute;s marr&oacute;n. Al mismo tiempo, la encontr&eacute; m&aacute;s narrativa. Pero no sabr&iacute;a valorarlo con precisi&oacute;n y no quisiera generalizar, me gusta poder cambiar de opini&oacute;n a partir de nuevos contactos con el arte argentino&rdquo;.&nbsp;
Ana Prata contrapone sus naturalezas muertas a un mundo cada vez m&aacute;s hostil. En esta acci&oacute;n puede haber algo de automatismo &ndash;&ldquo;es lo que me sale pintar&rdquo;, suele decir&ndash; pero nunca de ingenuidad.
Fotos: gentileza Julia Thomson

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